miércoles, 8 de agosto de 2007

101

Casi se me pasa por alto que la anterior entrada hacía el número 100 desde el inicio de este blog. Lo convencional sería que ahora me dedicara a hacer balance de este centenar de escritos. Pero, además de que algo de eso ya hice hace tiempo, prefiero ir un poco más al fondo, y dedicar esta entrada 101 a reflexionar sobre lo que me ha supuesto esta experiencia.

La creación y mantenimiento del un blog viene a ser como la apertura de una ventana en nuestro yo. Antes, y no sé si ahora también, había gente que iba escribiendo un diario a lo largo de su vida. Pero eso quedaba para el propio autor, no aparecía al exterior: era un simple desahogo o, en algunos casos, un testimonio que podría llegar a tener cierto valor pasado el tiempo.

El blog es diferente. Es algo así como el periodismo al alcance de todas las fortunas. Y uno vuelca ahí sus reflexiones, y espera que alguien las lea, e instala un contador para ver hasta dónde llega el interés de la gente, y ansía que alguien deje un comentario, aunque no sea del todo laudatorio, o incluso denote demasiado jabón...

En un segundo momento, pasado ya cierto tiempo, uno se para a reflexionar sobre la utilidad de lo que escribe. Y, normalmente, aunque quizá considera que no se trata de un gran servicio a la humanidad, continúa. Es entonces cuando se van creando conexiones blogueras: alguien ha llegado hasta tu blog y te pone un enlace en el suyo; tú lees esas páginas y descubres otros autores y temáticas del estilo de la tuya; y aparece una complicidad no buscada, que va creando una auténtica red (nunca mejor dicho) de intereses, de conocimientos, y de amistad.

Y, si además eres docente, vas intuyendo que un blog puede ser un muy buen instrumento como auxiliar de aula, no sólo para transmitir conocimientos, sino para fomentar el espíritu de trabajo colaborativo entre los alumnos.

Seguro que ya hay sociólogos que se dedican a desmenuzar lo que es y significa el fenómeno de los blogs. Yo sólo quiero dejar constancia de cómo este fenómeno ha cambiado, y mucho, la relación, digamos cultural, entre las personas. Al lado de cantidades de blogs absolutamente prescindibles, cuando no bochornosos, hay muchos otros que nos abren horizontes nuevos. Nunca tantas personas han tenido acceso a tantos conocimientos, y nunca ha sido tan fácil interactuar con los demás. Verdaderamente, las nuevas tecnologías nos han cambiado la vida. Del uso que hagamos de ellas en el futuro dependerá la validez de estos instrumentos.

5 comentarios:

Lourdes Domenech dijo...

101 posts son una prueba de perseverancia. Mis felicitaciones.

Me gusta tu reflexión sobre la escritura en los blogs. Creo que muchos la compartimos.

Luis Inclán García-Robés dijo...

Lourdes:
gracias por tu felicitación. Para ser justos, muchos deberíamos felicitarte a ti. Tu blog 'A pie de aula' lo sigo con ganas, como también lo hace mucha gente -me consta-. ¡Ánimo con ello!
Un saludo.
Luis.

Anónimo dijo...

Felicitats Lluis (perdo pels accents)i que continues el teu cami per la blogosfera amb pas ferm!

Ana Ovando dijo...

Enhorabuena con retraso, Luis, esto de las vacaciones me tiene retirada del mundo virtual.
Tus reflexiones son de las que nos enriquecen a todos. Para mí, tu espacio es un sitio obligado de visita en el que siempre encuentro palabras amables y motivadoras para seguir adelante. Como dices, gracias a los blogs hemos podido encontrar a personas de intereses afines de las que aprender y con las que compartir ideas, dudas, alegrías. En eso, tú eres un maestro. Muchas gracias por seguir escribiendo, espero poder leerte muchos cientos de posts más.

Unknown dijo...

Desde Venezuela, te felicito, me gusta tu estilo colega.
Contigo tengo un aliado.
La profe Hildemar