Aún no hace un año de ese descubrimiento. Justo el tiempo transcurrido desde que entré en contacto con el entusiasta grupo inicial que tenía entre manos la creación de Chiron, y me dieron la oportunidad de añadir mi pequeño grano de arena.
Desde entonces, han pasado muchas cosas. Y todas positivas. Pero no es mi intención hacer aquí recuento de las bondades de un proyecto que es ya realidad: Chiron acumula en poco tiempo unos resultados que están a la vista de todos.
Quisiera destacar un aspecto que no se ve tanto desde fuera: a la sombra de Chiron (o a la vez que él) se ha puesto de manifiesto toda una comunidad de docentes de clásicas, enamorados de su profesión, con ganas de trabajar utilizando las nuevas tecnologías y, lo que es más importante a mi modo de ver, con verdadera vocación de colaborar con sus colegas. Es como si el espíritu colaborativo de Chiron se hubiera contagiado.
La proliferación, sobre todo, de blogs de temática clásica, ya es un síntoma. Basta con mirar la incompleta lista de los enlaces que el lector tiene a la derecha de la pantalla para darse cuenta de ello. Pero es aún más llamativa la interrelación que se establece entre sus autores: trabajos compartidos, utilización conjunta y libre de materiales, ideas que se airean por si le sirven a alguien, intervención de los alumnos en la dinámica de las nuevas tecnologías, propuestas, iniciativas, consultas, aportaciones, diálogo... y hasta esa dimensión tan humana de dar ánimos a quien parece algo alicaído. Y en este panorama, buena parte de culpa -casi toda- la tiene Ana, una animadora donde las haya en esto de las TIC y la enseñanza.
Quizá estas palabras sólo lleguen a quienes ya están inmersos en esta dinámica. Pero quiero aprovechar la ocasión para invitar a otros posibles lectores a subirse al carro y a participar. Harán, como yo, un gran descubrimiento: el de sentirse rodeados de personas que, siendo muy diferentes, son por eso complementarias. Además, como no están los tiempos educativos para tirar cohetes, viene muy bien un refuerzo de optimismo y de ímpetu. Y puedo asegurar que eso es lo que se respira. Al menos, yo he acumulado muchas más ganas que años de docencia me restan...
A todas y a todos, muchas gracias.
9 comentarios:
No me quedan colores, me has sacado todos, Luis. Muchas, muchas, muchas gracias por tus hermosas palabras, pero sabes que en Chiron somos muchos, cada uno con distintas contribuciones: Carlos, el culpable de todo, nuestro alma mater, el que ha conseguido que todos tengamos cuidado en la ducha ... Sebastià, qué haríamos sin su silenciosa e imprescindible labor manteniendo los servicios de la página; Jose, el especialista en estilos y programación, nuestro particular gurú de informática; lo mismo que Sergi, que nos mantiene al día de las novedades de la agenda; o el inagotable Ianeus, que nos sacude de nuestro letargo en cuanto puede proponiéndonos las últimas novedades; o el prolífico Fernando, al que nadie es capaz de emular en productividad ... Y tú mismo, nuestra mirada cálida y emocionante, el que siempre encuentra el lado positivo de las cosas, que nos recuerda nuestra parte más sensible y nos da lecciones de humanismo. Y todos esos otros contribuidores que cada día escriben en sus blogs, o añaden un recurso al wiki, o un enlace al marcador, o una imagen al grupo de Flickr ...
Por supuesto, suscribo tus palabras: los amantes de las clásicas somos un movimiento contagioso y un ejemplo de que las cosas se pueden hacer entre todos, que ese trabajo colaborativo produce magníficos resultados, que el conocimiento crece en la medida en que se comparte.
Pero creo que lo mejor de todo este trabajo no es lo que aprendemos, o lo que enseñamos, o lo que compartimos, sino lo bien que lo pasamos. Creo que ahí radica nuestro secreto, en que disfrutamos con lo que hacemos, y ese entusiasmo se contagia, por supuesto.
Muchas gracias por un post tan hermoso.
Tienes razón, Ana: en Chiron somos muchos. Pero ¿quién comenzó, ya antes, a promover blogs y demás 'utensilios'? ¿Quién continúa animando a hacerlo? ¿Quien es la primera en comentar entradas de blog? En definitiva, ¿quién mantiene el fuego encendido? Y, además, está Chiron. Por supuesto.
Repito mi agradecimiento.
Toda la razón, Luis; de hecho, es un pensamiento que tengo a menudo: ¿hubiera sido posible, haciéndolo aposta, reunir un grupo mejor que el de Chiron, humana y profesionalmente hablando? Difícil, creo.
Y esto es sólo el principio. Tenemos mucho camino por delante.
Ana, alguna vez pondré un comentario antes que tú, ya lo verás.
Sois un equipo excepcional. Gratias, Gratias omnibus por estar ahí.
Lluís, no canvies mai.
Ha estat i segueix estant un honor haver caigut al bell mig d'un grup de treball (i de divertiment, com bé diu Ana) tan fantàstic i engrescador.
Abraçades i petonets a dojo, i "a diestro y siniestro".
Acabo de descubrir esta página y me parece fantático que un grupo de personas se reunan con tanto estusiasmo para trabajar. Yo soy opositora (espero que en un futuro próximo profesora de Historia). Me encanta el mundo clásico, y de hecho estoy especializada en Arqueologí e hice el doctorado del programa de Antigúedad.
Pasaré por este enlace con cierta frecuencia porque me ha parecido muy interesante.
Ánimo y seguir así.
Por cierto, yo he iniciado un blog sobreHistoria y aspectos culturales (a un nivel mucho más divulgativo) que espero que visitéis algún día)
http://potnia.wordpress.com
Hola, Mavipas:
Gracias por tu comentario, y que sean un éxito las oposiciones. Miraré con calma tu blog.
Un saludo.
Luis.
Emocionante post, Luis. La verdad es que no hace tanto que empezó esa locura de Chiron. En las TIC los años son como siglos. Coincido contigo en los elogios a los principales luchadores chironianos. Siempre hay alguien que enciende la chispa y la mantiene (que es lo más difícil). Pero lo que más me alegra, como supongo que a todos, es que nos hemos dado cuenta de que no estamos solos en nuestra pasión por lo clásico que no tiene fronteras como se puede ver en Tagzania. Y, además, lo pasamos bien haciendo lo que nos gusta.
Un abrazo para todos.
Bonitas y aladas palabras, oh magister.
Los chironianos nos habéis abierto mil puertas (aunque Ana diría que chironianos somos todos, hay categorías y los del Senado de Chirón os habéis ganado estar en El Olimpo). Pero lo que yo destacaría de ese entusiasmo que nos ha contagiado Ana y del que participáis-participamos todos: es que ha desaparecido la sensación de que no ESTAMOS SOLOS.
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