sábado, 28 de octubre de 2006

CHANTAJE EMOCIONAL

Alguna vez me he preguntado qué debe pasar por la cabeza de un alumno mientras el profesor hace algún comentario en clase. Se trata de una de esas preguntas más o menos retóricas y, por lo tanto, sin respuesta. No obstante, en ocasiones surge esa respuesta cuando menos lo esperas. ¿Traición del subconsciente? ¿Repentino arranque de sinceridad? Sea como fuere, la cosa viene a cuento de lo siguiente:

En clase de griego de segundo, acabado ya el preceptivo repaso que comenté en su día, estábamos traduciendo un fragmento de escasa complejidad. En esas, aparece un κρατήσας. Aún después de proporcionarles la pista de κρατέω, varias alumnas -en general, buenas alumnas- no son capaces de darme el análisis morfológico. Les recuerdo que hemos explicado esa cuestión hace apenas una semana. Nada. Buscando alguien que me resuelva la pregunta, Luisa me responde que se trata de un participio de aoristo.

Visto lo visto, dirijo mi mirada hacia las anteriores alumnas y exclamo: ¡Menos mal que alguien lo sabe! Magda era una de ellas y, a modo de acto reflejo, no tarda más que unos pocos segundos en reaccionar: ¡Eso es chantaje emocional!

He de aclarar que toda la escena se desarrolla en medio de un ambiente nada tenso, y con el reconocimiento explícito por su parte de que apenas habían estudiado. La verdad es que no suelen tomarse mal los comentarios que hago, aunque sean un poco duros.

Pero me ha sorprendido lo del chantaje emocional. Aunque dicho medio en broma y con una sonrisa en la boca, algo había de convicción en esas palabras. Magda ha tenido el impulso, o la sinceridad, de decirlo, en vez de quedarse con la crítica en su interior. Y eso siempre es de agradecer.

La ocurrencia de Magda no deja de tener su gracia, pero ha servido para revivir en mí algo sobre lo que tengo ganas de escribir algún día: el exagerado valor que hoy se suele dar a las emociones, a los sentimientos; incluso por encima a veces de la racionalidad. Pero eso tendrá que ser en otra ocasión.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

tot i que l'expresió tenia cert punt de sinceritat, jo crec que va ser un efecte de l'estrès que estem acumulant mica en mica...però tranquil que ja has vist que ho hem superat..serà pels teus comentaris com dius tu "un poco duros"?
l'exàmen de llatí pot ser igual?jeje
Contents pels resultats :D

Luis Inclán García-Robés dijo...

Hola, alumna-C,
tú sabràs si l'examen de llatí va ser igual...
De vegades va bé 'espantar' una mica i després afluixar. L'equilibri sempre és bó: in medio virtus! M'ho tradueixes pel dilluns?

Anónimo dijo...

Máxima délfica imprescindible: μηδέν άγαν (siento lo del espíritu ...)