Hace bien pocos días, siguiendo el hilo a un artículo que enlazaba Carlos, llegué a otro de Antonio Ortiz, titulado "Suenan las campanas por el libro de texto". Ahí leí estas frases:
¿Y si los profesores comparten sus unidades didácticas en plataformas con las que cada uno pueda formar su propio material con lo mejor que encuentre? ¿Y si transformamos esas unidades en vídeos que los alumnos ven en casa y en clase se trabaja en ejercicios? ¿Y si con la tecnología podemos ofrecer a cada alumno un material personalizado?Cuando lo leía, pensaba en Chiron y sonreía. ¿Cuántos profesores de Latín, de Griego y de Cultura Clásica, han echado mano de sus miles de artículos, pàginas web, vídeos, fotos, presentaciones..., para hacer de la clase algo diferente? ¿Cuánto enamorado del mundo clásico ha nacido entre los alumnos, porque se les hacía participar de su cultura y de su lengua de una manera nueva, más viva... más real?
Creo -y otros piensan lo mismo- que la finalidad originaria de Chiron ya se ha cumplido, y seguirá existiendo mientras haya locos del mundo clásico. Ahora quizá hace falta que Chiron emprenda unos nuevos derroteros -sin abandonar los actuales- que sirvan para concienciar, sugerir y ayudar en el camino de la enseñanza viva del Latín y del Griego, que muchos ya han emprendido, pero que es la asignatura pendiente para la mayoría de los docentes de nuestras materias.
Sin duda, se trata de un reto complejo, pero apasionante.
2 comentarios:
¡Por muchos años, Luis! Felicidades por la parte que te toca. Nos quedan muchos retos, que no nos falten los ánimos y las fuerzas. Besos.
Igualmente, Ana! Felicidades por tu inigualable parte! Nos vemos en Sagunt!
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