Ni buscada a propósito. La polvareda que ha levantado el señor José Ignacio Wert con su ley de educación (LOMCE) no hubiera sido igual aunque estuviera planeada de antemano. Raras veces un político ha logrado poner tan de acuerdo en su contra a casi todos. Alimento constante para los columnistas de periódicos, inspiración para humoristas, diana de críticas de profesores y de estudiantes... Y, ahora, hasta enmienda de los organismos europeos con el asunto de las becas Erasmus. Nadie, repito, había logrado concitar tal unanimidad.
Por lo que a las materias clásicas se refiere, hay alguna de cal y otras de arena. Hubo en su momento iniciativas diversas en defensa de nuestros estudios, como se puede leer en esta página de culturaclasica.com, que dieron sus buenos resultados en forma de enmiendas y retoques.
El penúltimo acontecimiento -porque quién sabe cuál será el último...- es el innecesario conflicto que se ha cocinado el señor Wert entre el Latín y las Matemáticas. Jamás he visto ni leído en ningún sitio que los defensores de las clásicas lo hayamos hecho en detrimento de otros saberes. Y, mucho menos, de las Matemáticas, como se puede ver en la carta que el Presidente de la SEEC, Jaime Siles, dirigió en su momento a la Presidenta de la Conferencia de Decanos de Econòmicas y Empresariales.
Es lógico, pues, que algunos alumnos hayan puesto el grito en el cielo y se hayan manifestado en defensa de las Matemáticas, como hoy mismo hemos podido comprobar. Porque parece que la ley situará como materia obligatoria en el bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales el Latín, mientras que las Matemáticas quedarán como optativas. Sin duda, un auténtico dislate.
¿Qué nos deparará la discusión de la ley en el Senado? Probablemente, veremos alguna otra salida de tono y motivos de chanza, pero no deja de ser muy triste que eso ocurra cuando se está jugando con algo muy serio.
1 comentario:
Wert, molt verd.
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