Como primera consideración me gustaría remarcar la abundante presencia del Latín en muchas de las ceremonias litúrgicas que el Papa ha llevado a cabo estos días. Ya sé que es la lengua oficial de la Iglesia, pero no es frecuente oírla por nuestros lares, aunque Benedicto XVI haya animado a su uso en la liturgia. Era lógico que, tratándose de una concentración universal, la lengua latina tuviera más protagonismo. Y así ha sido.
Pero hay otra reflexión más de fondo que me gustaría hacer:
Independientemente del previsible baile de cifras sobre asistentes a la JMJ, hay un hecho bien cierto: nunca se ha reunido en nuestra tierra un número tal de personas jóvenes. Ello podría haber provocado serios problemas de convivencia. Incidencias referentes a orden público: inapreciables, si es que ha habido alguna. Por contra, mucha alegría, mucha actitud positiva y hasta una paciencia infinita.
Este hecho, desde el punto de vista educativo, nos debe llamar poderosamente la atención. Probablemente, entre tanto joven, habrá un poco de todo: gente con mente despierta, alumnos trabajadores, otros con dificultades de aprendizaje, bastantes estudiantes de ir tirando, trabajadores honrados, jóvenes en el paro... Pero me hago una pregunta (y se la hago a los colegas profesores): ¿no es cierto que a todos nos gustaría tener alumnos así?
Paralelamente, han aparecido en los medios de comunicación los disturbios producidos en Lloret de Mar por centenares de jóvenes ávidos de alcohol y cuyo objetivo único es la diversión desenfrenada (o sea, sin control alguno).
A mí, personalmente, me parece muy bien la celebración de la JMJ. Pero, ello aparte, considero que nos ha proporcionado suficientes elementos de juicio como para hacernos pensar en cómo queremos que sea la educación de nuestros jóvenes.
4 comentarios:
No creo que los participantes jóvenes de estas jornadas sean muy diferentes a los que pueblan las aulas; es como cuando se produce una llamada a través de un partido de futbol, o a través de un concierto de algún líder musical por ejemplo; después de pasado el evento volvemos a ser los de siempre (las iglesias vacías, la no participación en la liturgia, etc. Normal, después de todo, si lo que se vende se opone a la razón, a la lógica a las normas dentro de las que has decidido vivir, etc.)
En cuanto a la ausencia de problemas de convivencia me imagino que te refieres a una especie de burbuja en la que se han movido los participantes del evento; si miras en las redes sociales advertirás que la policía ha cargado contra quienes no participaban desde un lado y lo hacían desde otro manifestando su legítima oposición al desarrollo de la visita (los indignados con que no se celebren estos actos en sitios que necesitan de los ingresos económicos que, según algunos líderes políticos, se van a generar, por no hablar de la ayuda espiritual que necesitan en sitios como el cuerno de áfrica por ejemplo.
Desde mi punto de vista esta visita se puede comparar a los viajes que se realizan con costes bajísimos en los que se fomenta el turismo de alpargata, que no deja ni un euro... eso, como tu mismo dices en el penúltimo párrafo, aunque se cambie el alcohol por santidad (todas las resacas pasan después de poco tiempo)
Los viajes baratos con intoxicaciones (etílicas o ideológicas) deberían suprimirse de todas las agencias de viajes.
Bueno, bueno... Al igual que los indignaos del 15M, una pandilla de niñatos gilipollas de 30 años que se merece una buena somanta de ostias bien dada, ocuparon un lugar público, de todos los españoles, para drogarse, no veo por qué estos chavales neocristianos no pueden ir a Sol o donde sea a echarse un par de rosarios, que en 4 días hacen menos daño que todo el tiempo que los indignaos de los cojones tuvieron tomada la plaza de Sol apestada, intransitable e inmunda sólo porque la policía no cargó contra ellos con la violencia que pedían a gritos los indignaos por no quedar mal...
Un puto de vista muy tolerante y muy ecuanime, antianonimo.
Caldria mesurar també fins a quin punt els missatges sobre valors, etc. de la JMJ han estat acollits i assimilats pels joves. Caldria veure quines pautes concretes se'n poden treure i quines es poden dur a la pràctica.
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