Muchos, van muchos. Aunque el último siempre sabe a nuevo, siempre es distinto, porque no hay dos iguales. Es como un panorama abierto, como un camino que puede depararte cualquier cosa a la vuelta de la esquina...
He tenido ya clases con casi todos los grupos de este curso; tan solo me falta el de Cultura Clásica de 3º de la ESO, que no veré hasta el segundo trimestre.
Novedades hay algunas. La más notoria, la implantación del método Orberg en Latín de 1º de Bachillerato. La expectación se palpaba durante la primera clase: caras de asombro, caras de perplejidad, caras de dónde-me-he-metido-yo (al principio) y caras de curiosidad ante lo nuevo, porque, de golpe, se les ha venido encima una materia nueva y un sistema nuevo.
Son 15 alumnos y, por primera vez en años, ¡los chicos son casi tantos como las chicas! No creo que le pase esto a mucha gente... Al final de la clase, alguno ha manifestado que le había pasado rápida. ¡Buen augurio..!
En Griego de 1º hay 10 alumnos. Aquí el método es más tradicional. Pero observo la curiosidad de cada año por la lengua de Homero. Les llama la atención -y les motiva- el alfabeto.
La otra novedad es el Latín de 4º de la ESO. También había expectación, aunque no tanta, porque no me he atrevido a incorporar Familia Romana en este curso: un número no pequeño de los que ahora cursan Latín en 4º, puede que no lo hagan en 1º de Bachillerato. Pero, sobre todo, el problema mayor reside en la incorporación a 1º de bastantes alumnos que vienen de
fuera del Instituto. Demasiadas trabas como para aventurarse...
Aquí tengo 19 alumnos, y parece que hay de todo. De momento, la disposición parece buena.
Y luego están los viejos conocidos, que han menguado algo: 11 en Latín de 2º de bachillerato y 8 en Griego. Aquí no han hecho falta las presentaciones: todos nos conocemos sobradamente, y podemos dedicarnos ya plenamente al "curso más complicado de vuestra vida", como les digo con frecuencia, y no siempre en broma.
Mañana tenemos el primer aniversario de este curso: Laura cumple 17 años y habrá que celebrarlo.
3 comentarios:
Hola, Luis. me alegro del entusiamo que muestras por la implantación del ORBERG, yo el curso pasado lo di en 1º y resultó sólo a medias, ya que hay que tener experiencia y muchas ganas de trabajar. Pero bueno, al final quedé satisfecho de los resultados. Este año, ya con más conocimiento de causa, lo implantaré en 4º ESO y 1º de Bachillerato. Mucha suerte y adelante. Vale!
Querido amigo Luis, tras tu comentario no me he resistido a escribirte unas líneas (bueno, quizá sean algunas más, ¡¡ya me conoces bien!!).
Lo primero de todo, felicitarte por ese entusiasmo que siempre demuestras, ya sea a comienzo, a mediados o a final de cada curso.
A los alumnos que ya saben de ti no les descubriré nada nuevo sobre lo mucho que pueden aprender contigo, ya sea de latín, de griego o de la vida misma.
A los nuevos, ¡ni se imaginan el lujo de profesor que les ha tocado!. Ya lo irán descubriendo a lo largo del curso, eso seguro.
Y ahora, si me lo permites, un mensaje especial para tus alumnos de 1º de Bachillerato que comenzarán con el libro "Familia Romana": Como se suele decir "fliparán en colores" con este método. En breve empezarán a soltar "latinajos" y la gente se os quedará mirando con la boca abierta porque no sabrán de que estáis hablando. Será una aventura de película, os lo aseguro. Y comenzaréis esta aventura con una sencilla frase "Roma in Italia est". A partir de ahí veréis lo sencillo que es hablar latín ¡sí, sí, no os engaño! ¡hablaréis latín, así como suena!. Y con el profesor que os ha tocado, eso será realidad en breve tiempo.
En fin, a todos los que comenzáis este curso, ya sea en el nivel que sea, os deseo un buen resultado, que con Luis Inclán, a poco que os esforcéis lo conseguiréis sin duda alguna.
¿Y que te puedo decir a ti, Luis?: Pues lo de siempre, que si fuera por mi también me tendrías en tus clases.
Te deseo un feliz curso 2008/2009 y mis felicitaciones por estar ahí, siempre dispuesto a recibir a tus alumnos con la mejor de las disposiciones.
Salutationes mitto tibi, dilectissime amice!
Salvator, ex insula Magna Canaria.
Salvador:
Tu reaparición en este blog me llena de alegría... y de sonrojo. Me gusta que animes a mis alumnos, pero en lo demás...
En fin: un saludo desde la península y mi deseo que la vida te sonría, porque te lo mereces.
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