Algunos amigos, sobre todo colegas, que visitan de vez en cuando este blog, me han comentado alguna vez que suelo dar una visión demasiado optimista, positiva, del día a día en las clases, y que la realidad no es así. Les respondo que tienen razón, pero que ese era precisamente mi objetivo. Y les doy mis motivos:
--Muchas veces perdemos de vista lo auténticamente valioso a base de fijarnos tan sólo en los problemas cotidianos. Es cierto que en las aulas de hoy el ambiente no es el de hace años (aunque el bachillerato suele ser un mundo muy distinto al de la ESO), pero es ahí donde hay que sembrar... y recoger.
--Exagerando algo, les menciono dos actitudes extremas del profesor que va a clase. Una, la del que piensa cómo resistir y capear el temporal durante la hora siguiente; otra, la de quien busca estrategias para sacar de los alumnos lo mejor de ellos mismos. Y cuando optas por esta segunda posibilidad, el trabajo se convierte en algo gratificante. Siempre me ha gustado la discutida etimología de educar: e-ducere (sacar de dentro las potencialidades que cada alumno posee).
--El pesimismo, las malas caras, la desgana... paralizan, son inoperantes, no conducen a nada: no son actitudes educativas.
--Valorar ante los alumnos el esfuerzo (cuando ven a corto o medio plazo que ha valido la pena), trabajar con alegría y entusiasmo (¡que noten que lo estás pasando bien!), exigir siempre de forma justa y, a la vez, saber comprender cuando sea necesario... Todo esto son actitudes que educan para la vida.
Por todo ello, seguiré guardándome los aspectos menos agradables de mi vida profesional -¡tampoco hay tantos!- y, en cambio, sacaré a la luz cuanto pueda contribuir a que la educación sea el proceso humano que debe ser: el de la maduración y el enriquecimiento personal. O sea, más o menos el ideal griego de la Παιδεῖα.
5 comentarios:
A mí me encanta esa visión que nos transmites, sobre todo porque me devuelve a los motivos que me llevaron a las aulas. Por favor, no cambies el discurso, nos enriqueces a todos.
La realidad, al fin y al cabo, será lo buena o mala que queramos, pues casi siempre, depende de nosotros el apreciarla, disfrutarla o sufrirla.
Besos.
Pues, me parece muy bien... pero en griego "παιδεύω" significa tanto "enseñar" como "castigar", "reprender", "corregir" y, en griego moderno, "hacer sufrir", "atormentar", "agobiar"...
¿Quizá haya que combinar ambas terminologías y, a veces, sea necesario reprender y corregir para sacar de dentro lo bueno de cada cual?
Un cordial saludo desde Atenas.
Hola! creo que tienes mucha razón, no se la forma que tienes de explicar pero se nota que te gusta lo que haces. Tendrían que haber más profesores como tu, te lo digo por experiencia,yo he tenido 3 profesores de griego y latin, de los 3 solo uno demuestra que disfruta con lo suyo, y eso aunque la gente piense que no se transmite. Yo hablo como alumna y te digo que si un alumno ve a un profesor que le encanta lo que esta explicando y lo demuestra prestará mucha más atención.
Adiós!
Hola a todos!
Este mensaje va para todos en general, soy alumna de Lluís y creo que tengo que decir algo. En primer lugar, creo que no es fácil aguantar a alumnos de nustra edad, que andamos estresados con trabajos, examenes, la preparación de la selectividad, etc. pero que como ha dicho intenta levarlo lo mejor posible y desde mi punto de vista lo consigue porque sus clases son educativas y la mayoria divertidas. El otro día por ejemplo estavamos traduciendo una frase de latín si no recuerdo mal y mi compañero que la estaba traduciendo se equivoco dandole otro sentido, entonces toda la clase nos echamos a reir y al igual que ese dia, en muchas clases pasan cosas graciosas que nos hacen que sea mas divertida como cuando nos explica algún mito griego o nos lleva alguna curiosidad como algún e-mail que recibe en latín. Bueno lo que quiero decir en conclusión es que las clásicas si gustan al profesor se lo transmiten a los alumnos hasta el punto en el que te hacen dudar que estudiar en la universidad. Por último agradecer a Lluís su forma de educar y la paciencia que tiene con nosotros.
Saludos a todos
Ana:
Gracias otra vez. No temas: no pensaba 'cambiar el discurso'. A estas alturas uno no está para hacer pruebas; sobre todo, si la cosa parece que funciona. un afectuoso saludo, Ana.
PD.- Lo del chat es una experiencia gratificante, ¿verdad?
Leonor:
En primer lugar, gracias por tu aportación.
Sobre el significado de παιδεύω estoy de acuerdo, por supuesto. Pero ya sabes cómo eran los métodos educativos antiguos -y no tan antiguos-... Evidentemente, hay que hacer compatible exigir con fortaleza -no a palo limpio- y comprender. También estoy de acuerdo en eso. Afectuosos saludos.
Danae:
Supongo que tu afición a las clásicas es, sobre todo, producto de una reflexión personal. Pero, ¿verdad que ayuda -y mucho- tener a un profesor enamorado de su tarea?
Parece que hasta la gramática entra mejor...
Que te vaya muy, muy bien el curso. Ya irás explicando. Un saludo.
Anónimo/a:
Ahora sí que no sé quien es el/la amable alumno/a que se dedica a alabarme anónimamente. Aunque sé quien sigue este blog cada día (o casi)... Gracias. Una estupenda recompensa para un profesor es que sus alumnos salgan adelante lo mejor que puedan. Saludos para ti y para toda la clase.
Publicar un comentario