Ayer mismo, en un artículo de Marie-Noëlle Tranchant publicado en Le Figaro, aparecía esta afirmación:
el humanismo transmitido por el latín y por el griego
es la última barrera ante la barbarie.
(Especifica que se emplea barbarie en su sentido etimológico -como lengua incomprensible-, y no como rechazo de lo extranjero).Viene ello a cuento de la reacción que ha suscitado en Francia el anuncio del Ministerio de Educación sobre la pervivencia del Latín y del Griego, supeditada a la voluntad de cada escuela.
El revuelo que se ha producido, ha encontrado eco en la prensa y, por supuesto, en internet:
Desde hace unos días, corre por la red una petición a través de la web change.org para frenar tal iniciativa. Hoy mismo, ya hay más de 33.000 firmas.
En Twitter, con el hashtag #JaimeLesLangues Anciennes, se pueden ver bastantes mensajes.
Entre muchas otras páginas, aquí pueden leerse opiniones, reacciones y comentarios diversos.
La situación, lleva a la articulista de Le Figaro a sentenciar:
El divorcio es completo entre la ideología anti-humanista de la Educación nacional
y las aspiraciones reales de los franceses.
Y acaba con un ruego:
Es urgente pedir a la UNESCO una medida decisiva: la inscripción del latín y del griego
en el patrimonio inmaterial de la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario