sábado, 26 de julio de 2014

Acceso a grados de Educación Infantil y Primaria


Este año, a la hora de asignar las plazas universitarias, se ha producido un hecho bastante insólito. En los últimos cursos, la nota de corte para el acceso a los grados de Educación Infantil y de Educación primaria, se había mantenido con ciertos altibajos, pero en niveles altos. Como muestra, las cifras que se han producido en los últimos cursos (los de existencia de la fase específica de las PAU), en la Universidad de Girona:

Ed. Infantil:       9,760 (2010) / 8,360 (2011) / 9,042 (2012) / 8,275 (2013)

Ed. Primaria:    8,710 (2010) / 7,644 (2011) / 8,159 (2012) / 8,082 (2013)

Pues bien: este año, la nota de corte en Educación Infantil ha sido de 5,008, y la de Educación Primaria, de 5,000.

¿Qué ha pasado para que llegar a esta situación? Porque hay datos que ayudarían incluso a que la nota de corte hubiese subido: por ejemplo, la menor oferta de plazas en esos grados para el curso 2014-2015: 500 menos que el curso pasado.

La demografía es un factor a tener muy en cuenta: frente a los 50.650 alumnos preinscritos en las universidades públicas catalanas el año 2011, este año se han quedado en  45.226.

Pero el dato fundamental,  el que ha producido tal debacle, es que este año se pedía un promedio mínimo de 5 puntos en los exámenes de Castellano y de Catalán en las PAU, para poder acceder a los grados de Educación Infantil y de Educación Primaria.  ¿Resultado? La caída en picado de las solicitudes para acceder a esos dos grados: de las 3.129 solicitudes del año pasado, hemos llegado a las 1.868 de éste.  Algo puede clarificar estas cifras el hecho de tener en cuenta que, el año pasado las solicitudes se repartieron entre 1.896 procedentes del bachillerato, y 1.233 de ciclos formativos. Este año, el reparto ha sido: 1.422 del bachillerato, y tan solo 446 de ciclos formativos.

No obstante, es penoso observar que un requisito tan poco exigente como pedir una nota de 5, haya rebajado de tal manera la cifra de solicitudes. Ya pensábamos que nuestro sistema educativo hacía aguas, pero que llegase hasta ese punto...  

Ya no es momento de poner parches -que es lo que se ha hecho durante los últimos años y lo que pretende la LOMCE-: hace falta una restructuración de arriba a abajo de todo el sistema, un profundo e imparcial estudio, hecho por docentes, de la situación y de las medidas que se deben adoptar. Insisto: hecho por docentes, no por políticos ni por teóricos de la educación que hace años que no han visto un alumno... si es que lo han visto alguna vez.


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