El pasado 1 de marzo publicó un estudio, dirigido por el profesor Jean-François Pradeau, titulado "Las humanidades, en el núcleo de la excelencia académica y profesional. Pistas para la enseñanza de la lengua, la cultura y la recepción de la antigüedad".
Ante la situación de penuria en la que se encuentran los estudios clásicos en Francia, y tal y como se indica en el subtítulo, el documento aporta algunas pistas para llevar a cabo la necesaria reinserción de lo clásico en la formación académica:
-No se ha de considerar que las humanidades son un conocimiento específico: son, fundamentalmente, un marco con el que encuadrar la realidad. Deberíamos hacer algo parecido, salvando las dintancias, a lo que ocurrió en el Renacimiento: ver los aconteceres diarios a través de la óptica clásica.
-La Antigüedad tiene interés social, intelectual y moral para el hombre de hoy. Conocer la cultura clásica (latín, griego, historia, filosofía, literatura...) nos ayuda poderosamente a ser lo que deseamos ser hoy mismo.
-En la actualidad, abundan referencias al mundo clásico en el cine, en la novela... Quizá es que buscamos “respuestas y modelos, modos de vida, virtudes, vida ciudadana, comportamientos heroicos”. Y dirigimos nuestra mirada a la antigüedad, “porque se sabe que se van a encontrar”.
Los autores del estudio consideran que la administración pública no ha favorecido las materias clásicas porque ha sido “considerada ‘elitista’ y ‘pasada de moda’; la enseñanza de las lenguas antiguas ha sufrido con relativa agresividad el impacto de la ‘democratización’ del segundo grado y de las políticas de ‘modernización’ sucesivas. Considerada ‘innecesariamente costosa’, se vio fuertemente afectada por las políticas de ‘racionalización’ de la oferta educativa”. La consecuencia es que en los colegios y liceos, “el latín se ve reducido al estatuto de material opcional”. No tiene el rango de disciplina fundamental, ni siquiera en el bachillerato de letras.
Y apuntan, como una opción posible, permitir que en colegios y liceos se pudiera elegir latín o griego como segunda lengua, no sólo en la especialidad de letras. Aunque resulte paradójico, en Francia el 65% de los alumnos de bachillerato que eligen hoy latín son de ciencias (frente al 17% de letras).
Incluyo aquí el documento completo, que también nos puede dar pistas: no en valde la situación de nuestros estudios clásicos es también bastante crítica.
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