Tenía que haber sido hace ahora un año. No pudo ser y se trasladó a septiembre, antes de comenzar el curso universitario: tampoco. Ahora, por fin, hemos podido reunirnos. Fue la semana pasada cuando los alumnos de griego de hace un año y yo pudimos vernos durante unas horas.
Compartimos comida y, lo que es más importante, compartimos recuerdos, impresiones, ilusiones, proyectos...
Pudimos alegrarnos porque todos han superado -bien o muy bien- su primer año universitario y se han reafirmado que su elección de estudios ha sido plenamente acertada.
Pude comprobar -y así se lo dije- que en un año sus planteamientos vitales han cambiado: se les han abierto horizontes nuevos, han adoptado posturas más abiertas y flexibles, ven la vida de una forma más madura.
Y por todo ello me siento satisfecho, como también se sienten ellos. Espero que haya más reencuentros de este tipo.
2 comentarios:
Clar que sí Lluís!
Mercè Terrats
¡Qué alegría y satisfacción reencontrarse con antiguos alumnos! Yo tengo dos reencuentros pendientes para los que me cuesta trabajo también encontrar fecha. Que descanses y que pases un muy feliz verano, Luis. Un abrazo.
Publicar un comentario