viernes, 4 de septiembre de 2009

Un desconocido y heroico colega

Supongo que a la mayoría de los lectores les pasará lo que me pasaba a mí hasta hace bien poco: que desconocen quién era Varian Fry. Este norteamericano podía haber sido uno de tantos anónimos colegas nuestros (había estudiado clásicas), dedicado a labores de edición en Nueva York y al periodismo, si no fuera porque, en 1935, pudo ver en Berlín cómo se trataba a los judíos en la Alemania de Hitler. A partir de aquí su vida dio voluntariamente un giro radical y comenzaron para él años azarosos.

Hasta 1940, muchos judíos alemanes -y de otros países- se habían refugiado en Francia. Ese año, Alemania invade también el país galo y firma un armisticio con la llamada Francia de Vichy. Poco después, Varian Fry es enviado a Francia por el Comité americano de Rescate de Emergencia, con la misión de salvar a cuantos más judíos pudiera. Allí permaneció justo un año, solo y abandonado a su suerte por quienes le habían enviado. Varian consiguió, no obstante, sobrevivir y recibir en ese escaso tiempo a 15000 judíos, de los que 4000 fueron atendidos por él, y 1000 trasladados clandestinamente fuera de Francia.
Entre estos, se cuentan intelectuales de la talla de Hannah Arendt, Marc Chagall, André Breton, Max Ernst, Peggy Guggenheim, Claude Lévi-Strauss, Tristan Tzara, Arthur Adamov, Darius Milhaud,...

Regresó a EEUU, donde pasó inadvertido como profesor de Latín en un colegio, hasta que falleció prematuramente en 1967, a los 59 años de edad.

El mérito de Varian Fry no tiene mucho que ver con su cultivo de las clásicas (o sí, quién sabe...), pero es bonito conocer la historia ejemplar de un colega.


1 comentario:

Ricardo dijo...

Una hermosa historia de un humanista y un filántropo, en el mejor sentido de ambas palabras. Muchas gracias por mostrárnosla, Luis. Un abrazo.