sábado, 2 de mayo de 2009

Latín y U.E.

Desde hace ya años, es un tema recurrente hablar del latín como lengua franca en la Unión Europea. De vez en cuando, la idea renace, se discute y vuelve de nuevo al olvido.

La realidad es que un organismo como la U.E., con 27 países miembros y 23 lenguas, necesariamente debe multiplicar los gastos dedicados a la traducción, tanto simultánea como escrita. De hecho, ahora mismo son necesarios más de 700 intérpretes diarios para la cincuentena de reuniones de la Comisión, y otras instancias. Cifra que puede doblarse cuando hay reunión del Parlamento Europeo. El dispendio económico que ello supone es evidente.

Un médico sueco (Hans Malv) elaboró un detallado informe sobre el multilingüismo en la U.E. y llegó a la conclusión de que únicamente el latín y el esperanto podían optar a ser la lengua común de Europa. Cierto es que, al final, se inclina por el esperanto, que le parece más fácil de aprender. Supongo que no conocía el método Orberg, ni su disertación sobre la supuesta dificultad del latín... Puede verse el informe completo de Hans Malv aquí.

Lorenzo Leva, profesor de la Universidad de Bari, publicó en su momento un artículo sobre la conveniencia de adoptar el latín como idioma oficial de la U.E. Entre sus argumentos, se lee lo siguiente:

Il Regolamento CE 15 aprile 1958 n. 1 (più volte modificato ed integrato) ha qualificato come “lingue ufficiali” tutti gli idiomi nazionali. Ma, avendo il numero degli Stati superato la ventina, è divenuto improcrastinabile raggiungere un accordo sull’adozione di una (unica) lingua ufficiale. Se all’inizio il problema poteva considerarsi di trascurabile rilevanza, oggi si manifesta in tutta la sua importanza, poiché sono quotidianamente riscontrabili notevoli difficoltà nella traduzione degli atti istituzionali e nelle relazioni socio-economiche.
In alternativa alla predominanza del lessico inglese, è forse possibile pensare di recuperare l’uso della lingua latina, che per secoli, anche dopo la caduta dell’Impero romano, è rimasta diffusa e parlata nel medioevo, dal VII al XIV secolo, se non tra il volgo, dalle elites sociali nella produzione letteraria e filosofica, dai dottori del diritto e nei traffici commerciali, atteggiandosi a vera e propria lingua internazionale di quei tempi.
Per altro verso, il latino non può considerarsi in toto una lingua morta, in quanto rappresenta l’idioma ufficiale dello Stato Pontificio. Inoltre, esistono pregevoli iniziative di diffusione della cultura e della lingua latina, come i programmi radiofonici trasmessi dal Vaticano, ma anche da una radio finlandese (www.yleradio1.fi/nuntii) e da una tedesca (
www.radiobremen.de/online/latein). Più recentemente, la Finlandia ha inaugurato il proprio semestre europeo di presidenza, aprendo un sito Internet, www.eu2006.fi, nell’ambito del quale è possibile leggere un breve notiziario in latino: Conspectus rerum Latinus.
Incluso hay un blog destinado únicamente -cierto es que con poca vida- a proponer el latín como lengua propia europea. Puede verse aquí.

De momento, algo de lo que podemos felicitarnos es de la aparición en latín de la agenda europea. Me entero de su existencia gracias al oportuno aviso de la página Lingua Latina per se illustrata. Se puede ya adquirir a un precio módico (50€ cada caja de 25 agendas, más gastos de envío).
Para conocer sus características y saber dónde hacer los pedidos, ver aquí.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo optaría por el español o castellano, que es la lengua más hablada en el mundo -después del mandarín-

Iacomus dijo...

Jo més aviat optaria pel plurilingüsime, sr. Anònim, com a símbol del que és Europa: una unió de pobles de diversa índole, units històricament per la Cultura Clàssica, el Cristianisme i la Il·lustració.

Salutacions,

Jaume