El caso es que el influyente pensador francés George Steiner respondía a unas preguntas durante una entrevista radiofónica (que ha sido publicada en España por el "Taller de Mario Muchnik"). Y, enfocando el tema de la dificultad en el aprendizaje, contestaba de esta manera -sin duda brillante- al locutor:
(...) un pequeño hándicap es, al contrario, un gran privilegio, es decir una escuela de esperanza, una escuela de voluntad donde se califica cada progreso. El hecho de que para atarse los lazos de los zapatos uno necesite un año de ejercicio (cuando ya existían los cierres de cremallera)... es de eso precisamente de lo que estamos hablando: o sea, en lugar de decirle al niño: Pobrecito te facilitaremos las cosas, se le dice: ¡Qué suerte tienes, te las haremos más difíciles! Sin caer en la más mínima presunción, créame, comprendí muy muy pronto una de las máximas preferidas de mi padre (es de Spinoza), que dice que la cosa excelente ha de ser muy difícil ¡Que sí, es exacto! Para nada se trata de castigar. Hoy, cuando todo son terapias de facilidad, creo que es mucho más difícil crecer con alegría -y subrayo alegría-. La lucha por resolver los problemas cotidianos: tuve la suerte inmensa de tener padres que lo habían comprendido. No había nada sádico ni de siniestro: cuando llega el éxito es una risotada de alegría.¿Verdad que todos hemos pensado esto mismo alguna vez? La cosa excelente ha de ser muy difícil, dice Steiner que decía Spinoza. Lo que nos pasa hoy es que no se prima la excelencia, sino la mediocridad (hace bien poco, leía a un comentarista que afirmaba que el mundo de la política es el fiel reflejo de una sociedad mediocre).
¿Por qué la atención a la diversidad siempre -y sólo- se fija en el desfavorecido? Ya está bien elevar al que está abajo. Pero se hace una grave injusticia al que puede llegar más arriba, porque no se le ofrecen medios para progresar. Claro que para fabricar mentes mediocres no hace falta un gran esfuerzo.
Así nos va. A no ser que nos empeñemos personalmente en estirar hacia arriba a nuestros alumnos. Aunque cueste; aunque la ascensión sea dura. Vale la pena, porque luego viene el éxito y, con él, la alegría.
8 comentarios:
Luís, ¿qué ocurre en blog-educación (digamos así) para que un blog como el de Sianes…
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http://latorredemontaigne.blogspot.com/
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… ronde la decena de comentarios/artículo y un blog como el de Castillo…
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http://www.antipedagogico.com/
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… ronde la centena?. Pienso que hay cierta sintonía entre ambos y que son los comentarios los que precisamente mejor definen un blog a la vez que nos definen a los docentes en los blog-docentes… digamos así. Hago una pregunta sin respuesta, sí, problema eterno entre quienes nos pasamos media vida haciendo preguntas y otra media sin responderlas.
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Respecto a la excelencia y la deficiencia, creo que lo más deficiente es el tratamiento educativo específico del diferente. Me explico. Lo que prima en nuestro medio educativo es la “media”, eso que todos citamos como “normales” y que difícilmente psicólogos y pedagogos concretan quiénes son más allá de estadísticas dudosas ? . La especialización educativa en el tratamiento educativo de los presuntamente “por encima” es rara, distante y casi alienígena diría yo. La especialización educativa respecto a los “por debajo” es común, viable tras formaciones administrativas (eso que llaman formación permanente todas las administraciones educativas), muy implantada en todas las etapas y niveles y lobby hoy a la orden del día.
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Luís, vivimos en un medio en el cual nuestros expertos practican la exposición en sus ponencias recomendando la interacción en las clases de los otros, se censuran los libros de texto en las clases de los demás cuando las propias carecen de alumnado obligatorio y se promociona le mejor docencia con el abandono de la misma ? . Nada nuevo ciertamente, nada nuevo bajo el Sol.
Javier:
Muchas gracias por tus apreciaciones. Creo que estamos bastante de acuerdo en esos temas. Me preocupa especialmente que no sepamos dar a los alumnos todo cuanto necesitan.
Un saludo.
Luis.
Què tal, Lluís? Encara que entre habitualment a fruir de les teues reflexions, comente menys del que voldria.
Tot i estar bastant d'acord amb el que dieu, se suposa que l'atenció a la diversitat hauria de ser per a tots els que es "diferencien" de la "normalitat" (que també és ben cert que és "peliagut" saber què és la normalitat): el problema és que gairebé tots els centres i totes les programacions i totes les activitats estan orientades als que no arriben. Caldria posar més mitjans per atendre a tot l'alumnat "divers" i un canvi en els mateixos professors: activitats de reforç per als que no arriben i activitats d'ampliació per als altres: la idea ja està a la llei, només cal aplicar-la.
[Espere veure-vos per València el més vinent; ja veurem si puc.
Una abraçada]
Tens tota la raó, Sergi. El que passa és que no és 'políticament correcte' dedicar-se als que poden anar més enllà...
Sí que penso anar-hi a València. Dilluns i dimarts almenys.
Salutacions i bon començament de curs.
Lluís.
Estoy de acuerdo. No se prima la excelencia y sí la mediocridad. Incluso conozco algún caso de chavales que tienen la capacidad para sobresalir y prefieren permanecer en el anonimato de la masa, muchas veces para evitar las burlas de sus compañeros.
En cuanto a la diversidad "por arriba" siempre intento atenderla con frases más complicadas, de cuya dificultad siempre aviso para que no se me deprima la masa si no pueden sacarla y para que vean que pueden hacerlo si la traducen, e intentar conseguir así que los "excelentes" sean conscientes de ello.
Isra:
Gracias por tu aportación.
Lo del miedo a destacar también lo he podido comprobar más de una vez. ¡Es una pena! Pero también hay alumnos que 'pasan' de los comentarios adversos. Cada caso es un mundo...
Mientras tengamos ganas de hacer algo, hay esperanzas...
Saludos.
Lluís,
Antes de nada, gracias por su amable referencia a mi blog (que no es estrictamente "educativo").
Creo que una de las lacras de nuestra sociedad es el paso definitivo de la meritocracia del talento a la demagogia de la mediocridad. En educación, en política: en todo. Me gustaría dedicar un artículo a este interesante tema, para continuar el debate.
Javier,
No entiendo la pregunta con la que comienza su comentario.
Respecto a su diagnóstico de la "atención a la diversidad", estoy de acuerdo con usted; pero con matices. Es cierto que a los niños con talento o bien se los ignora (a menudo con nefastas consecuencias) o bien se les ofrece un tratamiento de "freak". A los alumnos con "dificultades de aprendizaje" (un diagnóstico casi siempre precipitado, sin contrastar) se les presta más atención; sin embargo, ésta no pasa de un: "El pobre no llega: habrá que aprobarlo". Las consecuencias de esto son aun más deletéreas que en el caso de los superdotados. Ya que, asumiendo que el crío es "cortito", la mejor alternativa en no presionarlo, ser "comprensivo" con él y tratarlo entre algodonos. El resultado es, por supuesto, que el niño acaba su formación académica en un estado de semianalfabetismo y en un mercado laboral que no entiende de "comprensión con el "cortito"". Dependiente e inerme de por vida.
No me cuesta afirmarlo: la ideología que impregna nuestro sistema educativo está estafando, literalmente, a la mayoría de nuestros alumnos y, por extensión, a toda la sociedad. El hecho de que buena parte de la misma se cómplice (consciente o inconsciente) no justifica esta perversidad política.
Un cordial saludo a los dos.
Francisco, la pregunta la hago, ciertamente de forma ambigua, en el sentido de reflexionar sobre el por qué de los abundantes o escasos comentarios en unos u otros blogs dentro de los medios educativos. En este caso concreto relaciono su blog con el de Ricardo Moreno Castillo en el cual hemos comentado ambos en algunas ocasiones con cierta sintonía. Pienso que lo que da fuerza a un blog son los comentarios que recibe sin menospreciar para nada el trabajo del autor de cada artículo.
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Respecto a la atención a la diversidad señalo solamente dos problemas que me parecen importantes:
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1.- La diversidad entre el alumnado es demasiado dependiente de la diversidad entre unos y otros centros educativos desde edades muy tempranas, hasta el punto de quedar notablemente en entredicho la “real” igualdad de oportunidades entre unos y otros. En este sentido es de considerar la dinámica pública-privada que caracteriza nuestro actual sistema, así como las connotaciones sociales, económicas y culturales entre una misma tipología de centros drásticamente diversificados “per se” en base a este tipo de variables.
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2.- La atención a la diversidad está demasiado sujeta a un complejo círculo de intereses y privilegios desarrollado en torno a múltiples tipos de profesionales que actúan en torno a la misma con una variadísima gama de especializaciones, cualificaciones, tipos y niveles de dedicación. Muchos diagnósticos se montan sobre observaciones poco contrastadas y muchas actuaciones presuntamente especializadas son simplemente comunes en condiciones de privilegio (pequeños grupos o acciones individuales, más medios, menos horas lectivas… etc.). Son frecuentes las quejas del profesorado “ordinario” ante lo relativo a la “integración” de este alumnado en sus aulas “ordinarias” en condiciones poco sostenibles en demasiadas ocasiones.
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