lunes, 2 de abril de 2007

BALANCE EN PRIMAVERA


Ha llegado la primavera, comienza la Semana Santa y se ha acabado un nuevo trimestre.
Buen momento, aprovechando las vacaciones, para hacer un poco de balance. Viene a ser como una terapia: se muestran en público los anhelos, los logros, las desilusiones... y uno se siente como aligerado, pone el contador a cero y se dispone a afrontar nuevos retos.

En segundo de bachillerato, tanto en latín como en griego todo ha seguido la tónica habitual: es decir, que estoy contento. Viendo lo que hay por esos mundos, soy muy afortunado de tener un grupo humano agradable; unos, con más capacidad, otros con menos pero con gran tesón: preguntan, ponen interés, practican...
El penúltimo día del trimestre aceptaron venir fuera de horario al Instituto, porque quería pasarles Golfus de Roma para ilustrar el estudio de Plauto, con la ayuda de la estupenda guía de Fernando. Se lo pasaron -nos lo pasamos- en grande, y captaron el espíritu de la comedia romana.
Sí: me encuentro bien en esa clase. No se lo he dicho, pero creo que ellos lo notan.

Primero de bachillerato es la muestra de que no hay dicha completa. También se está a gusto en la clase, pero falta algo... Trabajo en casa: no está ni se le espera. Consultas de dudas: ya no recuerdo cuando fue la última. Voluntarios para hacer ejercicios prácticos en clase: nadie; la única excepción, de vez en cuando, Estela (conocida ya en este blog). Seguro que también falta algo más de materia gris, pero la ausencia más destacada es la de ese espíritu luchador, deportista, entusiasta, que todo lo suple.

Hace ya días que acabamos, en cuarto de ESO, el Crédito variable trimestral de Mitología, del que escribí con esperanzado optimismo en su día. Un éxito. Entusiasmados por descubrir un mundo que desconocían, han acumulado páginas y páginas de apuntes (¡y les dije que no haría examen!), han consumido mitos con avidez, han preguntado hasta la saciedad, me han presentado unos trabajos individuales que, para su nivel, están muy bien. En fin... un bálsamo. Y, además, he conseguido uno de los fines que me propongo en estos créditos variables: un grupito de buenos alumnos para latín y griego el curso próximo. No se puede pedir más.

Soy consciente de que el balance final es altamente positivo y de que, a la vista del panorama circundante, este año soy un privilegiado.

4 comentarios:

Ana Ovando dijo...

Eres un privilegiado, pero no sólo por los alumnos que tienes sino por tu capacidad de valorarlos, ahora, cuando los tienes, y no echándolos de menos.

Felices vacaciones, a mí me quedan todavía unos días para disfrutarlas.

Luis Inclán García-Robés dijo...

Gracias, Ana.
Que conste que, esta vez, lo de privilegiado lo he dicho yo antes...
Te aviso: dentro de pocos días publicaré una entrada con la que no tendrás más remedio que estar de acuerdo.
Que disfrutes de las vacaciones dentro de bien poco.

Anónimo dijo...

¡Hola! Me alego mucho de que tus alumnos sean de tan buena calidad humana, pero no olvides que si se intersan por lo que explicas, ponen atención y trabajan es porque tú les has demostrado que merece la pena prestar atención a este tema, y estoy segura que les has aportado un gran interés por esta materia.

Me gustaría poder tenerte como profesor jaja.

Besos. Danae

Luis Inclán García-Robés dijo...

Danae:
Pues ya sabes: cambias la residencia a Figueres ¡y te recibimos con los brazos abiertos!
Felices vacaciones.