Gracias a la informática he sabido de la existencia de un supuesto virus llamado troyano, que ha causado el caos en mi ordenador durante casi dos días.
Ya sabemos que el lenguaje informático no se caracteriza precisamente por su exactitud y claridad. Y los troyanos no son una excepción: deberían llamarse más exactamente aqueos, porque estos fueron los que, ocultos en el caballo, se introdujeron en Troya, mientras que los troyanos de verdad fueron sus víctimas desgraciadas. A decir verdad, el error viene de la traducción al castellano, ya que los anglosajones lo llaman correctamente caballo de Troya (trojan horse).
"Mi" troyano (o aqueo) particular, de procedencia desconocida, pero astuto como Ulises (Odiseo), se disfrazó de apariencia conocida y logró adentrarse en el ordenador. El resultado no fue tan desastroso como en Troya, pero hasta doce archivos resultaron arrasados.
Es cierto que el Laocoonte de mi ordenador dio un tímido aviso pero, imprudente de mí, ignoré la advertencia porque no atiné a valorarla en toda su peligrosidad. Quizá porque faltaban las serpientes marinas...
Al final, mi ordenador tuvo mejor suerte que Ilion porque, como el Ave Fénix, logró renacer de sus cenizas a base de recomenzar desde cero y reinstalar todo de nuevo. Y los rehenes que el asalto produjo no estuvieron demasiado tiempo ausentes: mis Andrómacas, Casandras, etc., pudieron regresar felizmente a casa e instalarse de nuevo en las entrañas de mi Troya particular.
Dicen los expertos que esto puede pasar cada cierto tiempo. O sea, que me he de preparar para que mi Troya sufra un proceso sucesivo de destrucción-renacimiento. ¡No es de extrañar que Schliemann descubriera hasta nueve Troyas superpuestas..!
3 comentarios:
Pues no te asustes si algún día descubres "gusanos" saliendo de la disquetera.
Iaenus:
Gracias por tu comentario. A estas alturas, uno ya no se asombra de nada: la informática tiene estas sorpresas. Un saludo.
Muchas gracias, aunque deberían ser para tí porque tu blog "mola". Comentario internáutico: desde que vi lo del "griego politónico" del XP, adoro al señor Puertas. ¡qué deferencia!¡qué cultura!¡qué humanismo!¡que ganas que l@s clasic@s no desaparezcan!
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