El público asistente pasó, durante la exposición, de la aquiescencia que se supone en quienes dedican su vida a las humanidades clásicas, a interiorizar una auténtica pasión por ese mundo clave en nuestro desarrollo intelectual, social, político, científico... y humano.
Hubo muchos otros aspectos valiosos (yo diría que todos) de esa X Jornada, por lo positivos y motivadores que resultaron. Pero creo que la intervención de Pedro Olalla se llevó el reconocimiento unánime de los aproximadamente doscientos asistentes. Como también era unánime el deseo de poder contar pronto con la transcripción de esa conferencia, porque vale la pena tenerla.
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