Todo ello es cierto, y se ha de reconocer que la realidad es compleja. Y que quizá faltan estímulos. Y que no parece verse un futuro mínimamente halagüeño.
Pero, siendo ese el panorama, mal haríamos si no nos fijáramos en lo mucho que hay de positivo en nuestra tarea. Y en la trascendencia de nuestras acciones (o de nuestras omisiones) para los centenares (o miles) de alumnos que han pasado junto a nosotros años cruciales en sus vidas.
Hace algunos meses, publiqué en este blog una entrada hablando de los buenos maestros. Me ha venido a la memoria viendo en internet un video del agradecimiento que algunos alumnos muestran por sus profesores. Aquí os lo dejo, para que quienes os dedicáis a esta profesión toméis algo de aliento:
Y, puestos con el tema, también os adjunto una canción con el mismo mensaje:
1 comentario:
Lluis, gracias por esos ánimos.
Un fuerte abrazo.
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